miércoles, 9 de septiembre de 2009

Selección de basket: Confianza, fe y compromiso


Acabada la primera fase del Europeo, toca hacer balance de España: sorprendente derrota ante Serbia, complicado triunfo ante G.Bretaña y sufrida victoria en la prórroga (que no debió ser) ante Eslovenia. Total: a segunda fase arrastrando una victoria y una derrota. No es el mejor de los escenarios, ni el previsto, pero tampoco el peor. En los cruces, los del otro lado se pondrán a temblar al ver a España por abajo.

La imagen no ha sido la mejor, de acuerdo, pero tengo fe y máxima confianza en este EQUIPO. Ellos, los jugadores, también. Y eso es lo bueno. Han llovido críticas, obviandose problemas físicos, lesiones y 'tocados'. Principalmente de esos que ya le habían colgado el oro a España antes de jugarse el Europeo. En este país de extremos ahora son esos mismos los que no han tardado en afilar la guadaña. Esos mismos serán los que se suban al carro del oro (si llega, que estoy convencido de que sí) y lo que antes era negro, será blanco.

Lo bueno de este EQUIPO es que los integrantes tienen máxima capacidad de autocrítica. Lo hicieron antes de afrontar el Europeo ("Hace dos años también nos colgaron el oro antes de empezar y hemos de aprender de los errores cometidos, y lo hemos hecho", me decían Navarro y Garbajosa, los cocapitanes), y lo hacen ahora tras una irregular primera fase.

Se han despertado ciertas dudas. Normal. Hay múltiples excusas. Ellos no las buscan. Pero las hay: la ausencia de su base titular desde 2003 y estrella de los Raptors, Jose Manuel Calderón, y la retirada de la selección de Carlos Jiménez, eterno capitán y clave en la defensa, en el trabajo oscuro y decisivo en la selección como destacamos en Basuketoboru. También hay que tener en cuenta los problemas físicos que han arrastrado Pau, Rudy, Navarro, Garbajosa e incluso Marc. Hablamos de cinco jugadores clave..

Lo bueno, como me dicen, es que sólo se puede ir a más. Y que ajustando ciertos detalles, se logrará. El GRUPO, que ha ido incorporando paulatinamente ciertas piezas (Ricky, Claver, Llull), sigue unido, sin fragmentarse y haciendo gala de un enorme compromiso. Esto es clave y el primer éxito de esta selección y Federación.

He recibido ciertos comentarios curiosos en Facebook al tomar una idea prestada de Fran Guillen sobre una comparación con la selección italiana de fútbol: "Mundial de fútbol de 1982. Italia empata sus tres primeros partidos de primera fase contra Polonia, Camerún y Perú y se clasifica por los pelos y como segunda de grupo. Sensaciones lamentables, tensión en el vestuario y la prensa sin dejar títere con ... cabeza. ¿Resultado? Italia campeona del mundo. Quien quiera entender, que entienda". Me apuntaron que "la comparacion es un tanto peregrina, entre otras cosas aquella Italia tenia hambre de victoria y los nuestros llevan muchas medallas colgadas ya en el cogote". Me hizo gracia. Si algo define a este GRUPO es el hambre de victoria. Si no, ¿A cuento de qué iba a estar Pau aquí tras dos eternas temporada con los Lakers y con la presión que recibe? Se podía haber borrado antes de la lista y tras lesionarse, pero no. Demostró su compromiso, sus ganas de ganar y dio ejemplo liderando a un EQUIPO que creo que es un ejemplo de entrega, capacidad de sacrificio y de trabajo.

También me han resultado hilarantes cuando menos ciertos comentarios en los que se atacaba la confección de la Selección. Algunos se rasgan las vestiduras por la presencia de Garbajosa, Mumbrú o Cabezas y reivindican sin saber la presencia de Fran Vázquez o Sergio (ambos declinaron estar) o de Carlos Suárez o Saul Blanco, ambos jugadores sin experiencia internacional al estar en equipos no punteros. La gente cree que una selección es un Supermanager. Y no. Es un EQUIPO, en el que hay que saber gestionar un grupo humano y en el que hay que tener en cuenta intangibles, además de valorar si un veterano como uno de esos tres aludidos puede aportar más en un momento crítico que un novel como Suárez o Blanco (que formarán parte del futuro).

Con un equipo así de comprometido con una causa común, en el que todos los jugadores tienen un mismo objetivo y bien focalizado, la consecución del resultado está más cerca y el éxito deja de ser una casualidad para ser una causalidad. El secreto del éxito de esta Selección pasa por este compromiso de todos y ahí hay que aplaudir la fenomenal gestión realizada por la Federación Española de Baloncesto.

5 comentarios:

Anónimo Veneciano dijo...

Amigo Schell,
no se si la "máxima capacidad de autocrítica" es una realidad o una actitud general de todos los deportistas (menos Etoo).
Son comentarios como:
- jugamos cinco contra cinco...
- no hay rival fácil...
- ahora solo pensamos ya en el próximo partido.
- tenemos que mejorar mucho si queremos conseguir el título.
- bla, bla...
Creo que la selección está teniendo un nivel de desconcentración/pasotismo/quebuenosoyquetipotengo, que ha estado a punto de conseguir el record de perder dos partidos que tenían ganados y quedarse fuera de la siguiente fase.
Y dicho esto, confirmar que si, que parecen un equipo, que se llevan fenomenal, que son unos chavales estupendos y que juegan muy bien a la playstation.

eduardo schell dijo...

Estimado Anónimo Veneciano:
Te aseguro que esos comentarios un tanto peregrinos que dices que ellos hacen no son reales en absoluto. Si conocieses un poco el nivel medio que tienen, te sorprendería bastante.
Te puedo decir que son excesivamente autoexigentes y que se piden el máximo. Además, si uno de ellos no lo hace, se lleva un toque de los demás. Te lo aseguro. Y eso habla del gran nivel de confianza que tienen.

Desconcentración? Sí, pero por memomentos. Te recuerdo que no son máquinas, son humanos y jugadores (muy buenos por cierto).

· Pasotismos/quetipo...? En absoluto. No han venido un año más a la concentración para perder el tiempo. Podrían haberlo dejado tras ser campeones del mundo y sub olímpicos. Pero no, quieren más. Y hay que destacarlo.

· Sí, juegan bien a la Play, a la pocha y se llevan muy bien. ¿Hay algo de malo? Al contrario. Este tipo de cosas, el hacer grupo fuera, ayuda y se refleja luego en la cancha. Sé de lo que hablo. Ojalá todos los ambientes de trabajo fuesen tan sanos como este.

Unknown dijo...

Yo no creo que haya pasotismo ni soberbia. Pienso que se trata de un equipo en trasformación con unos grandísismo jugadores que ya no están o están de retirada, con otros que se incorporar, con un entrenador nuevo con un estilo diferente... Todo esto, unido a los problemas en la preparación con las lesiones, hace que el equipo se desajuste. En todos los ámbitos las evoluciones son complicadas, sólo que en los equipos deportivos se evidencias más fácilmente las consecuencias de las adaptaciones.

Oscar dijo...

Eduardo, ¿Las declaraciones de Marc sobre Scariolo y Llul "Es complicado, teniendo a Pau en pista, jugarse la última con el chico, el último que ha llegado... pues pasan estas cosas" la enmarcarías en la autocrítica o en el compromiso?

eduardo schell dijo...

@Óscar.
Para mí es autocrítica. Te adjunto la coluna que escribí en MARCA tras als declaracions.

Descifrando al gran Marc

Soy fan de Marc Gasol.
Es una debilidad.
Dentro y fuera. Un
lujo de persona y un
crack en entrevistas. Ayer,
en caliente, le dio el titular a
Mel Otero en La Sexta.
“¿Una pena esa última canasta?”.
Respuesta: “Es
complicado. Teniendo a Pau
en el campo, jugarnos la última
con el chico, que ha llegado
el último... A veces pasan
estas cosas”.
Marc en estado puro. Los
críticos le utilizarán para
una nueva carnicería: Llama
“chico” a un compañero,
el equipo está roto, dónde
están Fran y Pepu —sí, le
echaron, pero se iba a ir tras
los Juegos—, por qué nos dirige
un italiano, por qué Pau
se concentrómás tarde...
No me pareció mal la jugada.
Una genialidad de
Scariolo si entra el mate,
una temeridad del italiano si
falla teniendo a Navarro y a
Pau. Incluso a Rudy, que falló
una bandeja anterior. Pero
Llull le echó un par. Bien
por él, que falta nos hará
más adelante. El problema
es que los árbitros, que brillaron
por su ausencia todo
el partido, no iban a pitar falta
salvo guillotina. La hubo.
La frase de Marc —que
luego matizó dejando claro
que no iba por Llull y sí por
los árbitros, que respetan
más a unos que a otros— es
un ejercicio de libre expresión
dentro de un grupo democrático.
Prefiero en mi
equipo de trabajo a alguien
que diga las cosas de frente
que a un ser maquiavélico
despreciable que se dedique
a enturbiar el ambiente. La
crítica, acertada o no, puede
doler, pero también ser
constructiva para todos y
desde aquí aplaudo la valentía
de Llull y la de Marc, que
luego aplaudió al base por el
valor que demostró.

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